Ya sea en un contexto profesional o en relaciones privadas, la capacidad de reconocer las intenciones de la otra persona puede resultar de gran ventaja.
Los científicos llevan mucho tiempo investigando la conexión entre la voz y las emociones. La frecuencia de la voz juega un papel central. Los estudios demuestran que la frecuencia vocal aumenta con el estrés o la ansiedad, mientras que disminuye con la relajación y el bienestar.
Un ejemplo bien conocido del uso de la frecuencia de la voz es el detector de mentiras. Este dispositivo mide los cambios en la frecuencia vocal para sacar conclusiones sobre la veracidad de una persona.
Sin embargo, este artículo no trata sobre el uso de ayudas tecnológicas, sino más bien sobre la percepción intuitiva de la frecuencia vocal.
El investigador de la intuición Paul Röhrig sostiene que la capacidad de percibir intuitivamente la frecuencia vocal de una persona está estrechamente relacionada con la inteligencia emocional. Las personas con una alta inteligencia emocional son capaces de reconocer y comprender mejor las emociones de otras personas.
Paul Röhrig utiliza su capacidad para percibir intuitivamente la frecuencia vocal en sus seminarios y sesiones de coaching para ayudar a las personas.
Paul Röhrig destaca que esta habilidad no se puede aprender mediante la inteligencia racional, sino mediante la respiración correcta, la relajación y el entrenamiento intuitivo.
El objetivo de la formación es combinar la razón y el sentimiento para tomar decisiones intuitivas y hacer realidad sus propias ideas.
La percepción intuitiva de la frecuencia de la voz puede ser una habilidad valiosa para reconocer mejor las intenciones de otras personas y mejorar las propias decisiones.