Pasado y futuro:
Reflexionar sobre el pasado y preocuparnos por el futuro nos roba la energía y la alegría de vivir. En cambio, deberíamos centrarnos en el momento, fijarnos en las pequeñas cosas y estar agradecidos por lo que tenemos.
La felicidad no viene del exterior, sino de nuestro interior. Nosotros mismos somos responsables de nuestro bienestar y debemos trabajar activamente en nuestra felicidad.
Al agudizar nuestros sentidos y disfrutar conscientemente de los bellos momentos de la vida, aumentamos nuestra satisfacción con la vida.
Amor propio: Ser feliz también significa aceptarse y valorarse a uno mismo. Con sus errores y carencias. Sólo quien se ama a sí mismo puede amar verdaderamente a los demás.
El pasado ya pasó, los temores sobre el futuro son infundados. La vida sucede en el aquí y ahora. Utilízalo cada día como si fuera el último y moldea activamente tu vida según tus ideas.
Encuentra lo que le da sentido y sentido a tu vida. ¿Cuáles son tus pasiones? En qué eres bueno? Persigue tus objetivos y comprométete con algo que sea importante para ti.
Las buenas relaciones con la familia, los amigos y la pareja contribuyen significativamente a la felicidad. Fomente estas relaciones e invierta tiempo y energía en ellas.
La salud física y mental son factores importantes para una vida feliz. Coma sano, haga suficiente ejercicio y duerma lo suficiente y relájese.
La felicidad no es un regalo, sino una elección. Está en nuestras manos diseñar nuestras vidas de tal manera que nos hagan felices. ¡Empieza a aprender el arte de la felicidad hoy!